Pues si, como les iba contando ese atajo que a veces tomo, me libera un poco el estrés producto de la cola, aceleró un poco, siento la brisa en mi cara y avanzo unas 2 cuadras sin cola; esa mañana a la que hago referencia, mi atajo no estaba como usualmente está, sin carros, con un montón de hojas secas que decoran la vía y bastantes árboles que dan la sombrita suficiente para evitar el radiante sol matutino.
Esta mañana distinta a las otras, en mi atajo favorito había un mega caos, el “MEGA CAOS”, había una tranca inmensa de carros bajando, y una tranca inmensa de carros subiendo, una locura, cuando vi todo esto fue que me pregunte ¿y qué carajo pasó acá?, que mala suerte tengo yo, hoy justamente que estaba haciendo tan buen tiempo, que iba a llegar temprano y que iba a poder desayunar tranquilo, los eficientes policías de Baruta decidieron cerrar la calle de mi atajo,"es que a estos carajos siempre les encanta inventar una vaina nueva para joder", me dije mientras me disponía a dar la vuelta en dirección a la mega cola que se había formado de regreso por la cantidad de carros devueltos.
Ya apostado en mi mega tranca y mientras le ventaba la madre a los pendejotes, que al observar que del lado contrario a la bajada no han pasado carros en horas, deciden ser mas vivos que Mandrake y se meten por ahí con un cholazo para colearse toda la cola, pensaba, que cagada las decisiones de los policías de tránsito y que mala suerte tengo yo, que tenía todo planeado para tener una buena mañana y ya no se va a poder.
Finalmente arribé a mi oficina y así como el día comenzó, así mismo terminó, sin sobre saltos.
La mañana siguiente, mientras salía nuevamente de mi casa pensando “¿será que cerraron esas callecitas para siempre?”, “¿será que los vecinos se quejaron y por eso la Alcaldía decidió restringir el paso?”. Pues nada decidí aventurarme nuevamente por mis atajos y esta vez, todo fue igual de maravilloso que en otros días, la misma libertad para circular, la misma sombra, las mismas hojas decorando las calles.
Entonces me pregunte, ¿por qué habrían cerrado la calle ayer?, y en ese momento de manera ipso facta, veo a mi izquierda la causa de que cerraran la calle, un carrito -creo que lada- había sufrido una brutal agresión, un árbol gigante se cayo la noche anterior y quedó atravesado en el medio de la calle y para mala suerte del carrito y del dueño de este, el árbol cayó encima del carro y los destrozo, lo aplastó a la mitad, realmente MALA SUERTE.
Viendo esto fue que pensé en que mala suerte la tuya –refiriéndome al carro-, mala suerte la mía. Como enseñanza aprendí, que a veces podemos pensar que estamos teniendo un pésimo día o que todo esta mal, que la mala suerte no nos deja, ahí es cuando debemos tomárnosla con soda y pensar que hay gente que sufre mucho más que nosotros o que está en peores condiciones, una cola más una cola menos no significa el fin del mundo, no seamos mártires y agradezcamos lo que tenemos.
Así quedó el pobre carro…
