Hace unos días tuve la oportunidad de ver por primera vez a Gustavo Dudamel, nada más y nada menos que en el Teatro Teresa Carreño. Desde que salió a la palestra y desde que vi por primera vez el video donde la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, dirigida por Dudamel, tocan "Mambo" (disculpen si no utilizo los vocablos correspondientes a la música clásica) quedé fascinado con éste venezolano, con su pasión y su dedicación que sin lugar a dudas son admirables y un orgullo para nuestro país.
Ese domingo, fui con una amiga a la que le causaba la misma ilusión que a mí -a pesar de haber tenido la suerte de haber visto a Dudamel en una oportunidad anterior- de ver a éste "Gran Venezolano" en vivo y directo, en tan magnifica sala como lo es la "Ríos Reyna" del Teresa Carreño. En el trayecto al teatro pudimos presenciar y observar las dos caras de la moneda que es nuestro país. Cuando nos dirigíamos al Teresa Carreño, tuvimos la mala suerte de conseguirnos con la violencia que reina en nuestro país, a manos del chavismo, pues en plena autopista nos topamos con a quien decidí llamar en otro artículo mi "Amigo Escolta", para narrarles rápidamente el incidente, mientras íbamos por la autopista prados del este, un chavista nos lanzó su camionetota y como no se me ocurrió frenar de golpe y darle el paso, sus escoltas se bajaron de otro par de camionetas y con revolver en mano nos amenazaron, y bueno nos dieron un buen susto (para leer el artículo producto del encuentro con el “Amigo Escolta” visiten el enlace).
Pues luego del percance con nuestro "Amigo Escolta" pudimos llegar al "caos" que se ha vuelto el estacionamiento del Teresa Carreño, al que si no llegas 3 horas antes del espectáculo te proporcionará una divertida búsqueda de puesto, entre magia y artilugios nos estacionamos en el único sitio donde un parquero nos permitió –ordenó- estacionarnos -obviamente era un puesto inventado, donde claramente no podíamos estacionarnos- corriendo finalmente pudimos llegar a nuestros asientos y sentarnos a presenciar una de las presentaciones musicales más increíbles y maravillosas que he visto en mi vida, presentación como fue la que nos brindo el pana Dudamel.
No se si es por su edad, o por sus greñas, o por la pasión que le transmite tanto a la Orquesta, como al público, pero este pana (por que realmente da la sensación de ser una persona humilde, accesible y un chamo) nos dejó con la boca abierta, no hay adjetivos suficientes que sirvan para calificar a este personaje y a su presentación.
Es en este punto que hago el ejercicio de imaginarme las dos caras de la moneda, a la que hago referencia anteriormente. Y es que por un lado tenemos a los malandros-escoltas-chavistas con los que tuvimos la desdicha de tropezarnos, así como el caos en que se ha transformado el estacionamiento y la organización de un evento en un lugar tan espectacular como el Teresa Carreño; y por el otro lado nos conseguimos con la maravillosa presentación que nos dio ese día Gustavo Dudamel, ver a esa persona y pensar en lo grande que deja el nombre de Venezuela internacionalmente, pensar que éste pana, está dejando una huella grandísima en lo que respecta a la música clásica y en la dirección de orquestas, sólo con ver a Dudamel en el Teatro Teresa Carreño, uno de los teatros más increíbles de Latinoamérica, provoca y da muchas ganas de luchar por éste país, así pensemos todos los días que "que cagada" lo que está haciendo Hugo y sus séquito de jaladores-ladrones y que el poco ánimo que queda, es el ánimo para hacer las maletas e irnos pal´ co... pero con este tipo de cosas, es que uno o por lo menos yo agarro fuerzas para decirme “mi hermano si este pana es tan duro y tan bárbaro, ¿por qué no luchar por esa Venezuela?, por la Venezuela que nos regala Dudamel, por la Venezuela que construyó el Teresa Carreño, por la Venezuela en que alguna vez vivimos y en la que queremos vivir, Dudamel es una luz al final de túnel, y para allá hay que caminar…
Los dejo con un videito para que se entretengan.
Ese domingo, fui con una amiga a la que le causaba la misma ilusión que a mí -a pesar de haber tenido la suerte de haber visto a Dudamel en una oportunidad anterior- de ver a éste "Gran Venezolano" en vivo y directo, en tan magnifica sala como lo es la "Ríos Reyna" del Teresa Carreño. En el trayecto al teatro pudimos presenciar y observar las dos caras de la moneda que es nuestro país. Cuando nos dirigíamos al Teresa Carreño, tuvimos la mala suerte de conseguirnos con la violencia que reina en nuestro país, a manos del chavismo, pues en plena autopista nos topamos con a quien decidí llamar en otro artículo mi "Amigo Escolta", para narrarles rápidamente el incidente, mientras íbamos por la autopista prados del este, un chavista nos lanzó su camionetota y como no se me ocurrió frenar de golpe y darle el paso, sus escoltas se bajaron de otro par de camionetas y con revolver en mano nos amenazaron, y bueno nos dieron un buen susto (para leer el artículo producto del encuentro con el “Amigo Escolta” visiten el enlace).
Pues luego del percance con nuestro "Amigo Escolta" pudimos llegar al "caos" que se ha vuelto el estacionamiento del Teresa Carreño, al que si no llegas 3 horas antes del espectáculo te proporcionará una divertida búsqueda de puesto, entre magia y artilugios nos estacionamos en el único sitio donde un parquero nos permitió –ordenó- estacionarnos -obviamente era un puesto inventado, donde claramente no podíamos estacionarnos- corriendo finalmente pudimos llegar a nuestros asientos y sentarnos a presenciar una de las presentaciones musicales más increíbles y maravillosas que he visto en mi vida, presentación como fue la que nos brindo el pana Dudamel.
No se si es por su edad, o por sus greñas, o por la pasión que le transmite tanto a la Orquesta, como al público, pero este pana (por que realmente da la sensación de ser una persona humilde, accesible y un chamo) nos dejó con la boca abierta, no hay adjetivos suficientes que sirvan para calificar a este personaje y a su presentación.
Es en este punto que hago el ejercicio de imaginarme las dos caras de la moneda, a la que hago referencia anteriormente. Y es que por un lado tenemos a los malandros-escoltas-chavistas con los que tuvimos la desdicha de tropezarnos, así como el caos en que se ha transformado el estacionamiento y la organización de un evento en un lugar tan espectacular como el Teresa Carreño; y por el otro lado nos conseguimos con la maravillosa presentación que nos dio ese día Gustavo Dudamel, ver a esa persona y pensar en lo grande que deja el nombre de Venezuela internacionalmente, pensar que éste pana, está dejando una huella grandísima en lo que respecta a la música clásica y en la dirección de orquestas, sólo con ver a Dudamel en el Teatro Teresa Carreño, uno de los teatros más increíbles de Latinoamérica, provoca y da muchas ganas de luchar por éste país, así pensemos todos los días que "que cagada" lo que está haciendo Hugo y sus séquito de jaladores-ladrones y que el poco ánimo que queda, es el ánimo para hacer las maletas e irnos pal´ co... pero con este tipo de cosas, es que uno o por lo menos yo agarro fuerzas para decirme “mi hermano si este pana es tan duro y tan bárbaro, ¿por qué no luchar por esa Venezuela?, por la Venezuela que nos regala Dudamel, por la Venezuela que construyó el Teresa Carreño, por la Venezuela en que alguna vez vivimos y en la que queremos vivir, Dudamel es una luz al final de túnel, y para allá hay que caminar…
Los dejo con un videito para que se entretengan.
Por razones que desconozco no puedo subir el video, les dejo el link:
Saludos,
GBA
1 comentario:
Aplausos múltiples por este post. A veces pienso que somos muy pocos los que publicamos respecto a luchar por Venezuela. Me uno a tu grupo, pero primero, un poquito de formación académica.
En Francia, muchísimas personas se me acercaron a felicitarme por Dudamel. Aunque cuando yo no lo creé, ni lo crié, me sentía merecedora de las felicitaciones porque él era venezolano, igual que yo. Estaré pendiente de verlo.
Saludos.
Publicar un comentario